crítica

 

“No se debe ni a la casualidad ni a un reflejo del buen gusto internacional el hecho de que las imágenes y estructuras visuales más poderosas de América Latina se hayan realizado en la intersección entre arte popular y arte del entorno. Semejantes intersecciones se producen en puntos cruciales de la línea que define la identidad cultural.

Los artistas han incorporado a su obra materiales y objetos simplemente encontrados o expresamente hechos por comunidades locales, en un intento de acercarse a estas culturas que no son las suyas. Oswaldo Viteri, que había estudiado Antropología, reúne las pequeñas muñecas de trapo de brillantes colores fabricadas por los campesinos del Ecuador, y realiza con ellas composiciones metafóricas, como ocurre en “Ojo de Luz” (lámina 13.26). En sus “collages” puede aludir también, por medio del color y de los materiales, al pasado precolombino y a la indumentaria colonial. El título “Mestizaje” (Lámina 13.25) es la referencia más directa a las corrientes interculturales que se aprecian en su obra, la cual, como ocurre con la de muchos representantes de la más joven generación de artistas cubanos, se integra completamente en el contexto local y en el internacional.

Un concepto fundamental en la resistencia artística al colonialismo es el de mestizaje. No le está vinculada ninguna estética en particular, pues no tiene un carácter normativo, sino que se adapta a cualquiera que esté abierto a los nuevos lenguajes que pueden funcionar en el contexto latinoamericano, definido como una “cultura mixta que está estallando entre las grietas de la dictadura y el colonialismo a lo largo de toda América Latina”.

“ARTE EN IBEROAMERICA”  1820 – 1980

Dawn Ades

Ministerio de Cultura, Madrid, 1989